¡Cine mudo como nunca antes lo habías visto o escuchado! La colaboración con los estadounidenses di Back To Life nos permite continuar el camino iniciado en 1999 para redescubrir las obras maestras olvidadas del primer cine. Las películas restauradas con la contribución de la inteligencia artificial pueden así enriquecerse aún más con nuevas bandas sonoras quizás también en surround 5.1 y editadas en Dvd - Bluray donde las diferentes bandas sonoras se pueden seleccionar desde el menú como generalmente es hecho con los lenguajes obteniendo así una experiencia de fruición de la obra también completamente diferente en función de la banda sonora elegida.
RIMUSICAZIONI FILM FESTIVAL
THE SOUND OF THE SILENT AGE
DESDE 1999 NUEVAS BANDAS SONORAS PARA EL CINE DE LA ERA SILENCIOSA
conciertos de cine
Un concierto de cine es un espectáculo artístico que se encuentra a medio camino entre la proyección de una película y un concierto normal. El espectador se encuentra en la condición de desplazar su atención de vez en cuando del escenario a la imagen fílmica. Un concierto de cine no es una proyección de cine, no es un concierto, sino una instalación artística nueva y diferente.
HK21 -2023/24
Finalmente, después de varias vicisitudes, incluyendo un cambio de directores artísticos y una pandemia de emergencia, se reanuda el Festival de Cine Rimusicazioni. Volvamos a empezar a toda velocidad con competición, cineconciertos y producciones.
Todas las actualizaciones próximamente.
Cine mudo VS nuevas bandas sonoras
Hace unos treinta años, el 12 de mayo de 1986, la película Metrópolis de Fritz Lang hizo su reaparición en los cines.Para la ocasión, la película sufrió varios restyling, incluido el coloreado, la adición de efectos especiales y leyendas. Pero el más sustancial de los cambios es sin duda la sustitución de la música original, compuesta en su momento por Gottfried Huppertz, por una nueva banda sonora en estilo synth-rock firmada por Giorgio Moroder y otras estrellas del pop como Freddy Mercury, Bonnie Tyler o Adam Ant. . Thomas Elsaesser, en su volumen dedicado a Metrópolis, define la versión de Moroder como "algo entre un remake y una apropiación posmoderna". Aquí, la idea de apropiación posmoderna de las películas del cine mudo quizás pueda ayudarnos a captar el sentido de la práctica de la "re-scoreing cinematográfico", en su doble forma de evento en vivo y proyecto audiovisual. número de compositores y músicos se dedica a una forma de entretenimiento, tomada del pasado reciente, que en Francia se llama cineconcert y en Italia con el neologismo rimusicazione. Como sugiere el término francés, nació de la unión de dos artes, el cine y la música, y generalmente se refiere a la práctica consolidada, en uso durante los primeros treinta años de la historia del cine, de acompañar las proyecciones con una banda sonora interpretada en vivo.
De hecho, las películas realizadas hasta finales de la década de 1920 se definen como mudas precisamente porque, por conocidas limitaciones técnicas, nacieron sin diálogo. Estos fueron compensados con una interpretación "expresiva-enfática" y/o con subtítulos que sirvieron para aclarar los cruces narrativos más importantes de la película.
cine de aquellos lejanos años.
Hoy en día, el cine mudo representa un capítulo muy importante en la historia del cine, objeto de interés e investigación para los estudiosos que apuestan por trazar un mapa exacto y elaborar una historia cada vez más completa del séptimo arte.
A medida que el interés de los académicos se ha centrado en la era del cine mudo, han surgido festivales, conferencias e iniciativas en muchos países que se ocupan de enmarcar, restaurar y volver a proponer histórica y críticamente el cine mudo al público. Por ejemplo, en Italia Il Cinema Ritrovato de Bolonia y Le Giorni del Cinema Muto de Pordenone realizan una extraordinaria labor de recuperación y difusión que nos permite enriquecer y clarificar nuestro conocimiento del cine de aquellos lejanos años.
En estos festivales, las proyecciones suelen complementarse con el acompañamiento musical en directo de las partituras originales, pero si, como suele ocurrir, no existe una partitura, entonces entra en escena un pianista que improvisa o una formación musical que interpreta las imágenes con nuevos música compuesta para la ocasión. Los músicos, generalmente pianistas, llamados a crear estos acompañamientos son excelentes profesionales especializados en esta particular manera de tocar y saben improvisar (¿componer al instante?) amenamente, siguiendo el flujo de imágenes con un estilo cortés, respetando el presunto lenguaje musical en en boga en aquellos tiempos, y por tanto manteniendo el comentario sonoro dentro de unos límites estilísticos que tienden a excluir modernismos, radicalismos y extravagancias sonoras diversas.
Estos refinados comentarios sonoros tranquilizan a los cinéfilos y estudiosos, porque son transparentes, inofensivos, porque no rompen la narración y no distraen la atención de la película: la música dice, pero no demasiado. Tendemos a definir este enfoque sonoro como "filológico", donde el término implica un estilo no demasiado distante de lo que -presuntamente- habría tocado un pianista de la época. Una modalidad que, con el fin de no interferir en exceso con el sentido original de la película, propone una música de acompañamiento cinematográfica extraída de una tranquilizadora dimensión historizada, en cuya relación surge respecto de la práctica de la “apropiación musical” (posmoderna) defendido por Thomas Elsaesser y practicado por muchos compositores?
Volvamos a la Metrópolis de Giorgio Moroder. Aunque pueda parecer estilísticamente lejana y controvertida en el resultado que alcanza, la partitura no se contenta con acariciar y sostener las imágenes: las raya, las fuerza, las interfiere y las ilumina desde un nuevo punto de vista. Al introducir sonoridades electrónicas y métodos de desarrollo musical decididamente antihistóricos, Moroder amplía el discurso y cortocircuita el significado de las imágenes. El compositor, a falta de encuentro con el director, relee su obra en retrospectiva con sus ojos y su sensibilidad. Y, a falta de una comparación directa con este último, lo reescribe y recompone su sentido, se podría decir arbitrariamente.
Entre las iniciativas que centran su atención en la relación entre cine y música, Rimusicazioni Film Festival trabaja desde hace años aplicando una fórmula muy abierta, con el fin de recoger y dar visibilidad al mayor número posible de creaciones de nuevas bandas sonoras para Películas mudas. Aquí se cree que, siempre que una película ha llegado hasta nuestros días sin su partitura original, su re-puntuación resulta necesariamente en un experimento, en una interpretación no autorizada por el director y por tanto esencialmente arbitraria. Precisamente la circunstancia de que el director no exprese ninguna opinión sobre la música nos autoriza a pensar que esto también podría ser cierto para los llamados comentarios sonoros filológicos y respetuosos de las prácticas de la época. Así, nuestro festival se mueve dentro de un espacio de libertad expresiva, en pleno aprovechamiento de la creatividad, que nos gustaría absoluta. Por ello, el concurso no pone límites estilísticos a la música, al contrario, la libertad de los autores participantes es total. Cada uno decidirá si comentar las imágenes con música, sonidos, ruidos u otra cosa, si adoptar un enfoque filológico o didáctico en lugar de uno irreverente o modernista.
LA PRÁCTICA DE LA REMUSICACIÓN DEL REPERTORIO DEL CINE MUDO ENTRE FILOLOGÍA Y LIBRE CREATIVIDAD